viernes, 14 de agosto de 2020

La República Liberal: La Revolución en marcha - 9°

 

Actividad No. 3 La República Liberal 

1.      Plantea los siguientes aspectos de la Republica liberal:

a.      ¿Por qué ascendió el liberalismo al gobierno?

b.      ¿Cuáles son los principios  del gobierno liberal?

c.       Estrategias mediante las cuales se promovieron reformas en la Nación

d.      ¿a qué se le conoce como Revolución en Marcha? y ¿cuáles son sus aportes a la “modernización postergada” de Colombia?

e.      Política económica y reivindicaciones del gobierno de Eduardo santos

2.      Caracteriza el gobierno de Olaya Herrera

3.      Planteas causas y consecuencias de la guerra con el Perú

4.      Según mi retrospectiva histórica de Colombia. El mejor gobierno que ha tenido Colombia es su historia fue el de Alfonso López Pumarejo. Expresa tu opinión y posición sobre esta tesis

5.      ¿Qué importancia tiene Jorge Eliecer Gaitán en la vida nacional? ¿Cómo incidieron los hechos del 9 de abril en la vida del país?¿Que destacarías del discurso de Jorge Eliecer Gaitán y que vigencia tiene en la actualidad?

 

La República Liberal es el período de la historia colombiana comprendido entre 1930 y 1946, en el cual el partido liberal permaneció en el poder. Se caracterizó por sus intentos de modernización de las estructuras sociales del país y por el paulatino aumento de la violencia e intransigencia política. 

 

Gobierno de Olaya Herrera 

Una vez Enrique Olaya Herrera asumió la presidencia en agosto de 1930, se encontró con que en el país todo era conservador: la Constitución, el Congreso, la Corte Suprema de Justicia, los juzgados e incluso los cuerpos de policía. Ante este panorama, Olaya repartió los ministerios y gobernaciones entre los dos partidos, intentando buscar lo que él llamó la Concentración Nacional. Este programa también contemplaba que los gobernadores repartieran equitativamente las alcaldías entre liberales y conservadores. Sin embargo, a raíz de que los gobernadores nombraban únicamente funcionarios liberales, en departamentos como Boyacá y Santander se desató la Violencia

 

Durante el gobierno de Olaya, el país se encontraba afectado por la crisis económica de 1929, con precios bajos del café, cifras elevadas de desempleo y parálisis en las obras públicas. Ante estos problemas, el gobierno optó por el proteccionismo, impulsó la creación de granjas experimentales y estimuló la sustitución de las importaciones mediante el crecimiento de la industria nacional. Además, creó la Caja de Crédito Agrario y dio los primeros pasos en la formulación de una ley de reforma agraria. Durante este gobierno se implantó la cédula de ciudadanía para los mayores de 21 años de edad. 

 

La Guerra con el Perú 

El 1° de septiembre de 1932 tropas peruanas invadieron el puerto de Leticia sobre el río Amazonas. En Colombia, este hecho produjo la exaltación del nacionalismo, al punto de que los conservadores y los liberales se unieron para apoyar al gobierno, lo que postergó durante un tiempo el resurgimiento de la violencia bipartidista. Este nacionalismo despertó la solidaridad de los colombianos quienes donaron dinero y joyas para equipar a las fuerzas militares. El presidente Olaya Herrera delegó al general conservador Alfredo Vásquez Cobo la organización de una expedición fluvial por el río Amazonas. Además, la defensa del territorio nacional contó con el apoyo de la naciente Fuerza Aérea. En mayo de 1933, luego de varios meses de campaña, las hostilidades llegaron a su fin. Un año después, Colombia y Perú firmaron el Protocolo de Río de Janeiro, en el que se reconoció la soberanía colombiana. 

 

Gobierno de López Pumarejo 

Para 1934, los conservadores no se presentaron a las elecciones presidenciales, lo que permitió la victoria del candidato liberal Alfonso López Pumarejo. Bajo el lema de la Revolución en marcha, López inició una serie de reformas a nivel económico, político y social, algunas de las cuales fueron rechazadas posteriormente por las élites del país. Sin embargo; sectores disidentes del liberalismo como la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria, UNIR, fundada por Jorge Eliécer Gaitán en 1933, coincidieron en sus postulados sobre la reforma agraria, la reforma constitucional y el intervencionismo estatal propuestos por López.

 

La Revolución en marcha y la reforma de la sociedad colombiana 

Como se comentó anteriormente, los gobiernos conservadores habían iniciado un proceso de modernización económica sin tomar en cuenta las estructuras sociales del país. En este sentido, la Revolución en marcha intentaba llevar a cabo una serie de reformas que pusieran a la par la modernización económica y social, y así evitar que la inequidad en que vivía el pueblo colombiano, desencadenara una revolución. La Revolución en marcha se centró en tres puntos: 

Reconocimiento de los problemas de la clase trabajadora. Al contrario de los gobiernos conservadores, López reconoció los conflictos entre patrones y trabajadores y por eso intervino en las relaciones laborales, con lo cual se otorgaron mayores garantías a los empleados. Además, se estableció el derecho a la huelga, se organizó el Departamento Nacional del Trabajo y se creó la Central General de Trabajadores (CGT). 

Alfonso Lopez Pumarejo, de la mula al aeroplano - Documentales U.N

 

La Reforma Agraria.

Con el objetivo de democratizar la tierra, el gobierno dictó la Ley 200 de 1936 o Ley de Tierras, que buscaba regularizar los procedimientos para titulación de tierras y darle la osibilidad de acceso a tierras baldías a campesinos humildes. Esta ley prohibió los desalojos de los campesinos que invadían tierras que no les pertenecían y permitió al Estado expropiar tierras en caso de ser necesario. 

La reforma Constitucional de 1936. Con esta reforma, el gobierno quería lograr un mayor intervencionismo en el manejo económico y subyugar la propiedad privada a los intereses sociales. Otro aspecto de la reforma constitucional estuvo dirigido a la separación de las relaciones Iglesia y Estado. Se eliminó el artículo de la constitución que ligaba la educación pública a la Iglesia católica y se promulgó la libertad de enseñanza. 

La oposición 

Aunque las reformas planteadas por la Revolución en marcha eran poco radicales, si se las comparaba con otras asumidas en otros países de América Latina, pues en realidad, solo buscaban modernizar la sociedad, además estas reformas fueron vistas por los conservadores, el clero, los industriales y latifundistas como la implantación de un régimen comunista. La Iglesia, desde los púlpitos incitaba a la oposición a López, en el Congreso, los conservadores, en alianza con un sector del liberalismo; hacían todo lo posible por torpedear las propuestas legislativas de López. Desde los jóvenes políticos e intelectuales pertenecientes a la derecha del país llamaban a la rebelión de los conservadores. Era tanto el miedo que la élite tenía a las reformas de López, que incluso un sector de su propio partido empezó a hacerle oposición, en especial los empresarios y latifundistas liberales, quienes en 1934 fundaron la Acción Patriótica Económica Nacional, APEN para hacerle frente a las propuestas de reforma agraria y tributaria. Así, el gobierno de López terminó con una profunda polarización política.

 

Gobierno de Eduardo Santos 

Para el período de 1938 a 1942 fue elegido como presidente el liberal Eduardo Santos, quien triunfó unánimemente ante la abstención del conservatismo. Santos pertenecía al sector moderado del liberalismo y su gobierno fue denominado "la pausa", pues durante estos cuatro años se interrumpieron algunas de las reformas que se venían llevando a cabo durante el gobierno de López Pumarejo. Sin embargo, cabe anotar que bajo su mandato se creó el Ministerio del Trabajo cuyo objetivo era regular las relaciones de los obreros con los patronesBajo el lema de Convivencia Nacional, Santos enfrentó las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. La suspensión de las exportaciones a Europa afectó a los productores de café y banano, al tiempo que las importaciones disminuyeron, lo cual obligó al gobierno a adoptar una política proteccionista y a estimular el desarrollo industrial. En las relaciones internacionales, Santos estrechó los lazos con Estados Unidos, tanto así, que en lugar de declararse neutral en la Segunda Guerra Mundial, se alineó con los aliados y empezó a restringir las actividades políticas de los ciudadanos pertenecientes al Eje, en especial los alemanes. 

El segundo gobierno de López 

 

Para las elecciones presidenciales de 1942, el liberalismo se dividió en dos candidaturas, la del expresidente Alfonso López Pumarejo y la de Carlos Arango Vélez. Mientras López fue respaldado por la izquierda y por el partido comunista, Arango fue apoyado por el conservatismo y el ala derechista del partido liberal. Finalmente, el triunfo fue nuevamente para López Pumarejo. En contraste con su primer gobierno, López no continuó con las reformas de la Revolución en marcha y se acercó a los banqueros y comerciantes, distanciándose de los sectores populares que lo habían apoyado en su primer mandato. Pero a pesar de que López ya no representaba una amenaza para las élites, el partido conservador, cada vez más fortalecido, llevó a cabo una fuerte oposición, en especial, mediante la revelación de una serie de escándalos que involucraban a la familia presidencial. La creciente crisis política y por lo tanto, el aumento de la impopularidad y la desconfianza hacia López, hicieron que, en julio de 1944, un grupo de militares intentara darle un golpe de Estado. Producto de este hecho, López renunció a su cargo en julio de 1945, y fue remplazado por el también liberal Alberto Lleras Camargo. 

 

Caída de la República Liberal 

Aunque el objetivo de la renuncia de López era apaciguar un poco la oposición política, esta siguió creciendo. Por si esto fuera poco, las peleas internas entre el liberalismo hicieron que el partido se presentara con dos candidatos para las elecciones presidenciales de 1946: Gabriel Turbay, representante del sector oficialista del partido, y Jorge Eliécer Gaitán, representante de una fracción del liberalismo cercana a la izquierda. De manera similar a lo ocurrido en 1930, el partido conservador volvió a la presidencia a raíz de la división ~el partido liberal. Los conservadores ascendían al poder en medio de un clima de violencia e intransigencia política casi generalizado.

 

Jorge Eliécer Gaitán 

"Yo no soy un hombre, soy un pueblo". Esta frase, pronunciada en 1947 durante un discurso frente a varios miles de personas en la Plaza de Bolívar de Bogotá, es quizá la más conocida y representativa de este político liberal. Gaitán nació en el año de 1898 en Bogotá, aunque algunos afirman que su verdadero lugar de nacimiento fue la población cundinamarquesa de Manta. Estudió Derecho en la Universidad Nacional de Colombia y posteriormente se especializó en la ciudad de Roma (Italia). Fue Representante a la Cámara, concejal, alcalde de Bogotá, ministro de educación y candidato a la presidencia por el partido liberal en 1946. 

El caudillo del pueblo 

Gaitán tuvo entre sus mayores seguidores a los miembros de las clases populares y de la clase media. Su ideario político promovía el mejoramiento de las condiciones de vida de la población urbana y campesina a través de la educación, la higiene y mejoras salariales para los trabajadores. En 1929, cuando fue Representante a la Cámara, se hizo célebre por denunciar el asesinato de varios trabajadores de la empresa bananera United Fruit Company que protestaban por los abusos laborales a los que eran sometidos. En 1933 se alejó del partido liberal y fundó la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria UNIR, pero dos años después el mismo Gaitán lo disolvió para volver a las toldas del liberalismo. Su cercanía con el pueblo, el gran carisma y la alta popularidad que profesaba le valieron el rechazo por parte de las élites gobernantes. 

Jorge Eliécer Gaitán discurso 1946

Gaitán y el populismo 

Uno de los ejes ideológicos que caracterizaron el pensamiento de Gaitán fue el populismo. Esta corriente de pensamiento planteaba ideas de corte anti oligárquico, nacionalista y antiimperialista. Sustentaba su apoyo principalmente en las clases menos favorecidas, los sectores obreros y todos aquellos a los que las élites nacionales discriminaban y mantenían alejados del poder. Las élites se opusieron a Gaitán porque consideraban que su pensamiento era cercano al comunismo y porque creían que a través de su discurso incitaba a las clases populares a la revolución.

 

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