ACTIVIDAD NO. 3 Era napoleónica (1799-1815)
1.
Explica
el ascenso de Napoleón y el régimen consular
2.
¿Cuáles
fueron las principales reformas políticas internas de Napoleón?
3.
Plantea
la importancia y vigencia Código Civil o Código napoleónico
4.
Explica
la caída o decadencia de Napoleón.
Napoleón Bonaparte, el joven general
Para 1799, la figura de Napoleón
Bonaparte era reconocida por todos los franceses. Nacido en la isla de Córcega
en 1769, estudió en las escuelas militares de Brienne (1779- 1784) y París
(1785). Como teniente de artillería, participó en las primeras luchas de la
Revolución francesa en su natal Córcega. En 1793, como capitán, se declaró
seguidor de los jacobinos y fue nombrado comandante de artillería del Puerto de
Tolón, donde luchó contra las tropas españolas e inglesas. A la caída de Robespierre, el recién ascendido
general de brigada se hallaba de campaña en Italia, como jefe de artillería.
Allí, fue destituido de su cargo y regresó a París, donde un hecho lo reintegraría
al ejército: el aplacamiento de la sublevación realista en París en 1795.
Aprovechando su popularidad,
Napoleón regresó triunfal a París. Los sectores populares, cansados del
inoperante Directorio y sus dos cámaras, veía en el joven general, al hombre
indicado para organizar al Estado francés. El 9 de noviembre de 1799, o 18
brumario según el calendario republicano, participó en un golpe de Estado
parlamentario y estableció un nuevo régimen: el Consulado.
El Consulado
Aunque el régimen consular determinó
la existencia de tres cónsules: Sieyès, Ducos y Bonaparte, poco tiempo pasó
para que Napoleón se alzara con la dignidad de primer cónsul vitalicio, y
asumiera poderes casi dictatoriales en virtud de la Constitución de 1799.
Estaba apoyado en cuatro asambleas: el Consejo de Estado, el Senado, el Cuerpo
Legislativo y el Tribunado. A partir de este momento, se sentaron las bases de
la nueva Francia a través de la reorganización completa del país en todos los
campos: se institucionalizó el gobierno nacional, se reorganizó la hacienda y
se estabilizaron los impuestos, al fundar el Banco de Francia, se regularizó la
educación y se creó un nuevo código civil.
La política interna de Napoleón
El objetivo central de la política
napoleónica fue consolidar las conquistas revolucionarias y evitar el retorno
de la monarquía, aunque sin dar concesiones a los grupos radicales. Por ello,
se concentró en los siguientes aspectos:
■ La pacificación social. Para ello permitió el regreso de los sectores nobiliarios y populares
exiliados y gobernó apoyándose en un equipo plural y moderado, que incluía antiguos personajes de la monarquía y personajes muy
identificados con la Revolución.
■ La aplicación de reformas sociales y económicas.
Esto implicó la reorganización fiscal
y administrativa del país bajo un modelo centralista; la reestructuración de las
finanzas públicas a través de la creación del Banco de Francia y de una nueva
moneda: el franco germinal; así como el fomento de la ecuación a través de
liceos.
Bonaparte que no se sentía atraído
por los temas económicos se rodeó de especialistas, que acometieran la tarea
del saneamiento económico y financiero. Estos especialistas implantaron un
nuevo sistema de recaudación de los impuestos, administraron organizadamente
los fondos del Estado y estabilizaron la moneda.
■ La normalización de las relaciones con la Iglesia. En
el año de 1801, Napoleón fi rmó un
Concordato con el papa Pío
VII, por medio del cual se reconoció el
papel y la importancia de la Iglesia en el Estado francés. Simultáneamente
consolidó la tolerancia religiosa aplicada desde comienzos de la Revolución.
■ La elaboración del Código
Civil o Código
napoleónico. En este proyecto, en el que
intervino personalmente, Napoleón
logró consolidar muchos de los logros
revolucionarios: los derechos a la propiedad, la libertad individual y la
igualdad ante la ley, así como la reglamentación del matrimonio civil y el
divorcio. De esta manera se pusieron las bases del Estado francés. Para
Napoleón, las leyes tenían igual importancia que las campañas militares, e influyeron
sobre el derecho privado de las naciones latinoamericanas.
Napoleón - Serie Imperios - Documental Completo
La campaña militar: el imperio napoleónico
Antes de ser emperador, Napoleón había
consolidado algunos éxitos militares: Italia había quedado convertida en
república y anexada a Francia; la isla de Elba fue ocupada y las islas de Santo
Domingo se convirtieron en el punto de lanza de un posible imperio colonial en
América. En Europa, Inglaterra, su enemiga directa, se puso al frente de una
coalición conformada por Austria y Rusia. Sin embargo, las campañas de los
ejércitos franceses por el este del continente llegaron hasta el río Danubio,
donde derrotaron a las tropas austro-rusas en las batallas de Ulm y Austerlitz
en 1805. Este mismo año, se presentaron las victorias en las Batallas de Jena,
en la que se derrotó a los prusianos, y la Friedland, donde sucedió lo mismo
con los rusos. Sin embargo, la senda victoriosa se detuvo en la batalla naval
de Trafalgar, cuando los ingleses, al mando del Almirante Nelson, derrotaron a
la armada francesa. Para 1806, Napoleón dominaba gran parte de los territorios
continentales europeos y decretó un bloqueo continental contra Inglaterra, por
el cual ningún buque inglés podía entrar a puertos europeos. Posteriormente, en
1808, invadió España y Portugal, y puso en el trono a su hermano José
Bonaparte. No obstante, en España su ejército sufrió el embate de la Batalla de
Trafalgar. levantamiento de sus habitantes durante largos cinco años
La decadencia
En 1812, el dominio de Napoleón
alcanzó su máximo apogeo: comprendía desde Portugal hasta el imperio
Austro-húngaro, y desde el mar Mediterráneo hasta el Mar del Norte y el
Báltico. Sin embargo, en este mismo año, el Imperio napoleónico empezó a decaer
a causa del intento por invadir a Rusia, ya que el crudo invierno y los
ejércitos rusos diezmaron a las fuerzas expedicionarias francesas. Esta
situación fue aprovechada por Inglaterra, Rusia y Prusia, para establecer una
nueva coalición a la que se unieron Suecia y Austria. En 1813, en la batalla de Leipzig, los ejércitos
franceses se retiraron de los reinos ocupados que, al verse libres,
restablecieron sus propias monarquías. En 1814, los ejércitos aliados
invadieron Francia y Napoleón abdicó del poder. Luis XVIII, hermano de Luis
XVI, ascendió al trono de Francia y Napoleón se exilió en la Isla de Elba. La
paz se estableció mediante el Tratado de París, con el que Francia volvió a las
fronteras que tenía en 1792. Napoleón fue enviado a la isla de Elba pero,
seguro del apoyo del pueblo, regresó a Francia en 1815 y se reinstaló en el
trono. Este período fue conocido como los cien días.
Los
cien días
Menos de un año duró el exilio de
Napoleón. El nuevo rey, rodeado de una
corte monarquista que quería borrar los adelantos de la Revolución
francesa, levantó la antipatía de los sectores populares. El 1º de marzo de
1815, Napoleón desembarcó en las cercanías de Cannes y se dirigió hacia París,
donde derrocó a Luis XVIII y se
encaminó a reconstruir su ejército. Pero las naciones vencedoras volvieron a
rearmarse y lo derrocaron este mismo año en la batalla de Waterloo. Napoleón fue deportado hacia la isla de Santa Helena, donde permaneció
hasta su muerte. En noviembre de 1815, se firmó el segundo Tratado de París,
dejando a Francia totalmente dominada por las potencias vencedoras y
restaurando a Luis XVIII en el trono.
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