viernes, 14 de agosto de 2020

Guía No. 3 Actividad No. 3 Era napoleónica (1799-1815) - 8°

 

ACTIVIDAD NO. 3   Era napoleónica (1799-1815)

1.      Explica el ascenso de Napoleón y el régimen consular

2.      ¿Cuáles fueron las principales reformas políticas internas de Napoleón?

3.      Plantea la importancia y vigencia Código Civil o Código napoleónico

4.      Explica la caída o decadencia de Napoleón. 

 

Napoleón Bonaparte, el joven general

Para 1799, la figura de Napoleón Bonaparte era reconocida por todos los franceses. Nacido en la isla de Córcega en 1769, estudió en las escuelas militares de Brienne (1779- 1784) y París (1785). Como teniente de artillería, participó en las primeras luchas de la Revolución francesa en su natal Córcega. En 1793, como capitán, se declaró seguidor de los jacobinos y fue nombrado comandante de artillería del Puerto de Tolón, donde luchó contra las tropas españolas e inglesas. A la caída de Robespierre, el recién ascendido general de brigada se hallaba de campaña en Italia, como jefe de artillería. Allí, fue destituido de su cargo y regresó a París, donde un hecho lo reintegraría al ejército: el aplacamiento de la sublevación realista en París en 1795.

Aprovechando su popularidad, Napoleón regresó triunfal a París. Los sectores populares, cansados del inoperante Directorio y sus dos cámaras, veía en el joven general, al hombre indicado para organizar al Estado francés. El 9 de noviembre de 1799, o 18 brumario según el calendario republicano, participó en un golpe de Estado parlamentario y estableció un nuevo régimen: el Consulado.

El Consulado

Aunque el régimen consular determinó la existencia de tres cónsules: Sieyès, Ducos y Bonaparte, poco tiempo pasó para que Napoleón se alzara con la dignidad de primer cónsul vitalicio, y asumiera poderes casi dictatoriales en virtud de la Constitución de 1799. Estaba apoyado en cuatro asambleas: el Consejo de Estado, el Senado, el Cuerpo Legislativo y el Tribunado. A partir de este momento, se sentaron las bases de la nueva Francia a través de la reorganización completa del país en todos los campos: se institucionalizó el gobierno nacional, se reorganizó la hacienda y se estabilizaron los impuestos, al fundar el Banco de Francia, se regularizó la educación y se creó un nuevo código civil.

La política interna de Napoleón

El objetivo central de la política napoleónica fue consolidar las conquistas revolucionarias y evitar el retorno de la monarquía, aunque sin dar concesiones a los grupos radicales. Por ello, se concentró en los siguientes aspectos:

La pacificación social. Para ello permitió el regreso de los sectores nobiliarios y populares exiliados y gobernó apoyándose en un equipo plural y moderado, que incluía antiguos personajes de la monarquía y personajes muy identificados con la Revolución.

La aplicación de reformas sociales y económicas.

Esto implicó la reorganización fiscal y administrativa del país bajo un modelo centralista; la reestructuración de las finanzas públicas a través de la creación del Banco de Francia y de una nueva moneda: el franco germinal; así como el fomento de la ecuación a través de liceos.

Bonaparte que no se sentía atraído por los temas económicos se rodeó de especialistas, que acometieran la tarea del saneamiento económico y financiero. Estos especialistas implantaron un nuevo sistema de recaudación de los impuestos, administraron organizadamente los fondos del Estado y estabilizaron la moneda.

La normalización de las relaciones con la Iglesia. En el año de 1801, Napoleón fi rmó un Concordato con el papa Pío VII, por medio del cual se reconoció el papel y la importancia de la Iglesia en el Estado francés. Simultáneamente consolidó la tolerancia religiosa aplicada desde comienzos de la Revolución.

  La elaboración del Código Civil o Código napoleónico. En este proyecto, en el que intervino personalmente, Napoleón logró consolidar muchos de los logros revolucionarios: los derechos a la propiedad, la libertad individual y la igualdad ante la ley, así como la reglamentación del matrimonio civil y el divorcio. De esta manera se pusieron las bases del Estado francés. Para Napoleón, las leyes tenían igual importancia que las campañas militares, e influyeron sobre el derecho privado de las naciones latinoamericanas.

Napoleón - Serie Imperios - Documental Completo

La campaña militar: el imperio napoleónico

 Antes de ser emperador, Napoleón había consolidado algunos éxitos militares: Italia había quedado convertida en república y anexada a Francia; la isla de Elba fue ocupada y las islas de Santo Domingo se convirtieron en el punto de lanza de un posible imperio colonial en América. En Europa, Inglaterra, su enemiga directa, se puso al frente de una coalición conformada por Austria y Rusia. Sin embargo, las campañas de los ejércitos franceses por el este del continente llegaron hasta el río Danubio, donde derrotaron a las tropas austro-rusas en las batallas de Ulm y Austerlitz en 1805. Este mismo año, se presentaron las victorias en las Batallas de Jena, en la que se derrotó a los prusianos, y la Friedland, donde sucedió lo mismo con los rusos. Sin embargo, la senda victoriosa se detuvo en la batalla naval de Trafalgar, cuando los ingleses, al mando del Almirante Nelson, derrotaron a la armada francesa. Para 1806, Napoleón dominaba gran parte de los territorios continentales europeos y decretó un bloqueo continental contra Inglaterra, por el cual ningún buque inglés podía entrar a puertos europeos. Posteriormente, en 1808, invadió España y Portugal, y puso en el trono a su hermano José Bonaparte. No obstante, en España su ejército sufrió el embate de la Batalla de Trafalgar. levantamiento de sus habitantes durante largos cinco años

La decadencia

En 1812, el dominio de Napoleón alcanzó su máximo apogeo: comprendía desde Portugal hasta el imperio Austro-húngaro, y desde el mar Mediterráneo hasta el Mar del Norte y el Báltico. Sin embargo, en este mismo año, el Imperio napoleónico empezó a decaer a causa del intento por invadir a Rusia, ya que el crudo invierno y los ejércitos rusos diezmaron a las fuerzas expedicionarias francesas. Esta situación fue aprovechada por Inglaterra, Rusia y Prusia, para establecer una nueva coalición a la que se unieron Suecia y Austria. En 1813, en la batalla de Leipzig, los ejércitos franceses se retiraron de los reinos ocupados que, al verse libres, restablecieron sus propias monarquías. En 1814, los ejércitos aliados invadieron Francia y Napoleón abdicó del poder. Luis XVIII, hermano de Luis XVI, ascendió al trono de Francia y Napoleón se exilió en la Isla de Elba. La paz se estableció mediante el Tratado de París, con el que Francia volvió a las fronteras que tenía en 1792. Napoleón fue enviado a la isla de Elba pero, seguro del apoyo del pueblo, regresó a Francia en 1815 y se reinstaló en el trono. Este período fue conocido como los cien días.

 Los cien días

Menos de un año duró el exilio de Napoleón. El nuevo rey, rodeado de una corte monarquista que quería borrar los adelantos de la Revolución francesa, levantó la antipatía de los sectores populares. El 1º de marzo de 1815, Napoleón desembarcó en las cercanías de Cannes y se dirigió hacia París, donde derrocó a Luis XVIII y se encaminó a reconstruir su ejército. Pero las naciones vencedoras volvieron a rearmarse y lo derrocaron este mismo año en la batalla de Waterloo. Napoleón fue deportado hacia la isla de Santa Helena, donde permaneció hasta su muerte. En noviembre de 1815, se firmó el segundo Tratado de París, dejando a Francia totalmente dominada por las potencias vencedoras y restaurando a Luis XVIII en el trono.


 

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