lunes, 8 de noviembre de 2021

Guía No. 4 ACTIVIDAD NO. 3 El levantamiento de los Comuneros

 ACTIVIDAD NO. 3  El levantamiento de los Comuneros

Cuestionario

1.      Plantea las causas y consecuencias del movimiento comunero, sus protagonistas y la suerte trágica de los defensores de las causas populares.

2.      En nuestro pasado histórico como en el presente hemos asistido a levantamientos y/ o  movimientos sociales, el mas reciente las protestas de abril, mayo, junio de 2021…Establece semejanzas y diferencias. Expresa tu opinión al respecto y el trato que el gobierno da la protesta social.

3.      ¿Crees que el gobierno de turno se limita a la defensa de sus intereses y no resuelven los problemas o crisis sociales?

4.      Plantea alternativas de solución a la crisis económica, política y social que vive nuestro pais

 

En el año de 1781, el aumento y la creación de nuevos impuestos establecidos por las reformas borbónicas, produjeron el levantamiento de los habitantes de la población del Socorro. En unos pocos días, la rebelión transcendió el ámbito local y suscitó una grave crisis en el orden político y social del Virreinato de la Nueva Granada.

Antecedentes del movimiento comunero

En 1778, el regente visitador de la Real Hacienda en el Virreinato de la Nueva Granada, Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, estableció una serie de medidas que buscaban consolidar el control de los monopolios del aguardiente y el tabaco por parte del virreinato. Entre ellas. Se encontraban las que afectaban el cultivo y comercialización del tabaco, así como la venta de aguardiente. Para 1780, los poblados de Simacota, Mogotes y Charalá se levantaron en contra de estas políticas. En marzo de 1781, los habitantes del Socorro se negaron a pagar los impuestos fijados en un edicto en la plaza central de la población. En un abierto desafío a los recaudadores, Manuela Beltrán y otros vecinos arrancaron de la pared los carteles que anunciaban los valores de los tributos, en especial los relacionados con el impuesto de la Armada de Barlovento o impuesto a las ventas que afectaba severamente a los artesanos que fabricaban hilados de algodón y demás textiles.


Los Comuneros (1781)

Los Comuneros

El 16 de abril, los organizadores de la protesta constituyeron una junta a la que dominaron “común”, y desde entonces el movimiento tomó el nombre de comuneros. En este movimiento confluyeron diversos sectores sociales, cada uno con sus propios intereses. Los criollos, en su mayoría, aspiraban a la supresión de las medidas que los habían excluido de los cargos públicos. Los organizadores de la revuelta, Juan Francisco Berbeo y Salvador Plata, eran representantes de este grupo.

Los mestizos aspiraban a la igualdad social y a terminar con la discriminación y el maltrato que recibían por parte de los peninsulares y criollos. De este grupo hacían parte José Antonio Galán y Lorenzo Alcatuz. Los indígenas, en cabeza de Ambrosio Pisco, líder de las comunidades y resguardos de la Sabana, aspiraban a conservar sus tierras y revindicar los derechos perdidos.

Todos los sectores mencionados acordaron iniciar la marcha sobre Santa Fe para exigir al arzobispo Virrey, Caballero y Góngora, la derogación inmediata de los impuestos. En el sitio conocido como Puente Real, los comuneros derrotaron fácilmente a las pocas tropas gubernamentales enviadas a detenerlos. Ante la magnitud de los hechos, el Virrey se presentó personalmente en Zipaquirá para negociar con los insurrectos.


Las Capitulaciones de Zipaquirá

A mediados de mayo de 1781, el virrey Caballero y Góngora accedió a firmar el documento pactado con los comuneros y que fue llamado Las Capitulaciones de Zipaquirá. Entre otros, los puntos destacados de  documento fueron:

Derogación o disminución de los impuestos que no habían sido consultados con la población. De forma unánime, se exigió la eliminación del tributo de la Armada de Bartolovento y la disminución en las tarifas de las contribuciones sobre el tabaco y el aguardiente.

Devolución de algunos resguardos y minas de sal a los indígenas, reducción de la tarifa de sus tributos y derogación del diezmo.

Restitución de los criollos en algunos cargos públicos que habían sido ocupados por los españoles después de las reformas borbónicas. Un sector del movimiento representado por los criollos, en su mayoría, aceptó las capitulaciones y regresó tranquilamente a su casa. Sin embargo, algunos miembros de la revuelta, encabezados por José Antonio Galán, desconfiaron de la prisa con que fueron aceptadas las condiciones por parte del Virrey y prosiguieron la lucha.

En una reunión posterior, las autoridades de Santa Fe, declararon nulas las Capitulaciones y el Virrey ordenó la captura de Galán y de los demás comuneros que proseguían con el movimiento. En febrero de 1782, Galán fue apresado y ejecutado junto a Lorenzo Alcantuz y otros comuneros.

El cuerpo sin vida de Galán fue descuartizado y exhibido para mostrar a los rebeldes lo que les podía suceder si seguían con sus acciones en contra del gobierno virreinal. El movimiento comunero fracasó, pero dejó sembrada en los criollos la desconfianza hacia las autoridades españolas. Las Capitulaciones de Zipaquirá no fueron más que un instrumento del Virrey para ganar tiempo, mientras reforzaba la capital con tropas enviadas desde Cartagena. Sin embargo, el movimiento puso en evidencia la debilidad del gobierno español y sacó a la luz las profundas contradicciones en las que se encontraba inmersa la sociedad granadina de finales del

siglo XVIII. Hoy en día, el movimiento de los Comuneros se recuerda como un hecho heroico de los pobladores del actual departamento de Santander en contra del dominio español.







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