AREA: Ciencias Sociales
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GRADO:
7°
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DOCENTE: ADALBERTO GONZALEZ
GUIA
DIDACTICA No. 2
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FECHAS
Inicio:
mayo 19
Final:
mayo 26
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COMPETENCIAS /APRENDIZAJES
ESPERADOS
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ESTANDARES
Relaciones con la historia y las culturas en
diferentes contextos
DERECHOS
BASICOS
Analiza
la Edad Media como un periodo histórico que dio origen a instituciones sociales,
económicas y
políticas en relación
con el mismo período de las sociedades Precolombinas.
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METODOLOGÍA
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Mediante la praxis del AUTOAPRENDIZAJE
los estudiantes trabajan con los padres el desarrollo de las GUIAS DE
APRENDIZAJE. Estrategia en la que los estudiantes buscan la información bibliográfica y web
gráfica que necesitan para comprender los problemas y obtener una solución,
bajo la supervisión de su docente desarrollando los cuestionarios, en la que
tenemos comunicación permanente a través del blog http://www.barranquillabicentenaria.com/
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ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
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GUIA DIDACTICA No. 2: la Civilización Bizantina
Cuestionario:
- Explica el contexto histórico-geográfico
del imperio bizantino
- Plantea contexto jurídico-político del
esplendor y caída del imperio
bizantino
- Plantea la cuestión religiosa de la lucha
iconoclasta ¿Cómo se manifiestan
estas prácticas en las Confesiones religiosas actuales?
- ¿Cuáles son las diferencias entre la iglesia cristiana oriental y la romana-germánica occidental? o ¿entre cristianos catolicos y cristianos ortodoxos?
Constantinopla, la Nueva Roma
Luego de la caída del Imperio de Occidente en
el 476, la supervivencia del Imperio romano de oriente se debió, en parte, a la
situación geográfi ca de Constantinopla, la ciudad fundada por Constantino
sobre la antigua colonia griega de Bizancio. Ubicada en el cruce de rutas
marítimas y terrestres que unen Europa, Asia y África, y que conectan el mar
Negro con el Mediterráneo, Constantinopla se convirtió en el centro del
comercio de productos exóticos y de alto valor. Por su ubicación, sus riquezas
y sus murallas, Constantinopla fue, durante siglos, infranqueable. Sin embargo,
en 1453 los otomanos lograron ocupar la ciudad y el Imperio bizantino se
derrumbó después de mil años de vida.
Justiniano y el sueño de reunificar el Imperio
Justiniano
llegó al trono del Imperio romano de oriente en el año 527. En ese momento, el
territorio del imperio comprendía la península balcánica, Asia Menor, Siria,
Palestina y Egipto. Justiniano creía que el mundo cristiano debía tener una
única autoridad política: el emperador bizantino. Por ello, su programa se
basaba en las ideas de unidad y romanidad. La unidad implicaba reconquistar
Occidente, después de vencer a los reyes germanos y la romanidad, recuperar los
territorios que habían integrado el Imperio romano, especialmente la ciudad de
Roma. Para ello:
■ expulsó a los vándalos del norte de África.
■ expulsó a los ostrogodos de Italia.
■ arrebató a los visigodos las costas mediterráneas del sur de España.
■ dominó militarmente a otros pueblos. Durante el gobierno de
Justiniano, Constantinopla alcanzó un gran esplendor arquitectónico y
urbanístico, que se puso de manifi esto en la construcción del palacio y de la
basílica de Santa Sofía.
Política interna: la reforma del Estado
Justiniano se
preocupó por lograr la unidad legislativa del Imperio, apoyándose en la
restauración del Derecho romano. Para ello, encargó a los principales juristas
de su corte en Constantinopla la recopilación de las constitucionales
imperiales y de todas las disposiciones vigentes, eliminando lo que había caído
en desuso. El resultado fue una obra de sesenta y dos volúmenes: el Corpus
luris civilis o Compendio del derecho civil. El emperador también emprendió la
reforma del Estado: reorganizó la administración central, mejoró la recaudación
de impuestos y robusteció las fi nanzas para solventar una organización civil y
militar más efi ciente. Infl uido por las monarquías orientales, Justiniano se
convirtió en un monarca teocrático e intervenía en los asuntos de la Iglesia.
Esta subordinación de la Iglesia al poder político se denomina cesaropapismo.
Gracias a la labor de Justiniano, el derecho romano se conservó y ha podido ser
estudiado.
La decadencia del Imperio
La invasión de
los turcos seldjucidas en el siglo XI privó a Bizancio de una de las zonas más
ricas del Imperio: el Asia Menor. A partir de entonces, el Imperio de oriente
vivió una lenta y paulatina decadencia, que se manifestó en una severa crisis
agraria y comercial. Los bizantinos descuidaron su armada, y el tráfi co
comercial cayó rápidamente en manos de los genoveses y venecianos. Así, la
ruina del Estado bizantino se hizo inevitable; debilitado en sus bases, debió
ceder territorios a diferentes potencias. Por último, sufrió la invasión de los
otomanos. Cuando en el año 1453 los turcos tomaron la ciudad de Constantinopla,
el Imperio se hallaba casi reducido a la misma capital. Este hecho puso fi n a
mil años de historia.
La religiosidad y el Cisma de Oriente
La
civilización bizantina fue profundamente cristiana, pero el cristianismo era
visto de una forma diferente en el Imperio y en la Europa occidental
romano-germanizada.
Estas diferencias tan marcadas frente a la
religión, se agravaron cuando en el siglo VIII, el emperador León III inició la
lucha iconoclasta. Esta lucha marcó una
profunda división entre quienes apoyaban la veneración de iconos, imágenes
religiosas, y quienes las prohibían. La gente solía acudir a los monasterios
para llevar ofrendas a las imágenes, buscando una respuesta para sus preocupaciones.
Decidido a reformar la vida religiosa del Imperio y a reducir el poder de los
monasterios, el emperador León III prohibió el culto a las imágenes. Al
rechazar las imágenes, el emperador se ganó la oposición de muchos fi eles y
también de los monasterios, que perdían esa fuente de ingresos y de propaganda
religiosa. Detrás de los enfrentamientos estaban los patriarcas orientales, que
ambicionaban convertirse en jefes de una Iglesia separada de Roma. Los
patriarcas eran los obispos de Constantinopla y, más tarde, se convirtieron en
la cabeza del sector oriental de la Iglesia. Este fue el comienzo de la
rivalidad entre los obispados de Roma y Constantinopla. La enemistad se mantuvo
hasta el año 1054, cuando se produjo el cisma de la Iglesia que fue la división
de la cristiandad en católicos apostólicos romanos, obedientes a la Iglesia de
Roma, y católicos ortodoxos griegos, obedientes a la Iglesia bizantina. La influencia religiosa de Roma se extendió sobre toda Europa occidental, mientras que
la de Constantinopla abarcó una gran parte de Europa oriental, el Imperio
bizantino y la actual Rusia.
Esto de ue cirso ex
ResponderEliminarSi profe
Eliminarmuy completo el blog
ResponderEliminar¡Gracias! obervaciones para crecer son bienvenidas...Cuidate...
ResponderEliminarMuy bueno el blog y también muy interesante
ResponderEliminar