San Anselmo y su argumento ontológico sobre la existencia de Dios: ¿Cómo lo demostró?
San Anselmo (1033-1109) dedicó gran parte de su
vida a encontrar una demostración irrefutable de la existencia de Dios y pasó a
la historia de la filosofía por ser el primero en formular una prueba de la
existencia de Dios a partir de la idea misma de Dios, en lo que se ha sido
llamado por filósofos posteriores como el “argumento ontológico de la
existencia de Dios”, argumento bastante simple basado en la razón humana
cuya gran originalidad consistió en que estableció la existencia del Ser
Absoluto a partir de la sola consideración de su esencia divina, al encontrar
en el concepto mismo de Dios la existencia como un componente inseparable de su
esencia.
El Argumento Ontológico
El argumento ontológico de San Anselmo, entonces,
podría resumirse del siguiente modo:
1. Si pensamos en la cosa más grandiosa y perfecta
que pudiera concebirse, lo primero que se viene a la cabeza es la idea de Dios,
pues parece más que evidente que Dios es lo máximo pensable, ya que todos los
hombres (incluso el ateo que afirma que Dios no existe) tienen una idea o
noción preconcebida de Dios, entendiendo por “Dios” un único ser perfectísimo,
un ser tal que es imposible pensar en otro ser mayor que él
2. Ahora bien, si Dios existe en nuestra mente o
entendimiento, ya que podemos pensar en él, sería un contenido mental de
nuestra inteligencia; pero si Dios existiese además fuera de ese contenido
mental, en la realidad sería aún más grandioso o perfecto. Así, si tenemos dos
objetos, uno que existe y otro que no, parece bastante lógico afirmar que el
que existe es más perfecto que el que no existe. Y la perfección es la
característica que resume los atributos esenciales de Dios (omnipotente,
omnisciente y omnipresente).
3. Finalmente, si Dios sólo existiera en
nuestra mente, se podría pensar en otro ser superior a él que existiera también
en la realidad. Pero como Dios es lo máximamente pensable (lo más perfecto que
la mente humana puede concebir), ha de existir también en la realidad, ya que
en caso contrario se caería en una contradicción patente y no sería lo
máximamente pensable. Por ello, Dios necesariamente ha de existir.
CUESTIONARIO:
1.
Plantea tu posición personal sobre el
argumento ontológico de San Anselmo
2.
¿En qué aspectos te muestras de
acuerdo y que le criticarías?
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