Guía No. 4 Actividad No. 3 La historia de la Civilización Egipcia - 6°

 

Cuestionario

1. Explica las características de los pueblos y periodos históricos de Egipto
2. Elabora la pirámide organización política de Egipto
3. Explica la economía de Egipto
4. Dibuja y caracteriza la pirámide social Egipto
5. ¿Cuáles fueron los aportes culturales de Egipto?
6. De acuerdo con el video: ¿Cual fue la trascendencia de Tutankamón? ¿Por que crees que los faraones egipcios se preparaban para la eternidad?

La larga historia de Egipto es también la historia del río Nilo. En sus orillas se establecieron grupos humanos que, como en Mesopotamia, construyeron ciudades y aprendieron a controlar sus inundaciones para disfrutar de la fertilidad que dejaba sobre las tierras. El desarrollo y la evolución de este pueblo se dividen en cinco períodos.

Primeros pobladores (5000-3000 a. C.)

Los primeros pobladores que se instalaron en la región de lo que hoy se conoce como Egipto, lo hicieron alrededor del 5000 a. C. Dos culturas aparecieron en su momento: la primera hacia el norte en el Bajo Egipto, conocida como Merimdé, que desarrolló una importante agricultura. La segunda denominada Badari, cuyas mayores actividades fueron la caza y la pesca, se ubicó en el Alto Egipto. Vivieron en nomos, nombre que tenían las comunidades agrupadas en un territorio específico. Fue en el año 3000 a. C. cuando el legendario rey Menes o Narmer del Alto Egipto conquistó los territorios del delta y unificó todo Egipto

Imperio antiguo (3100-2200 a. C.)

Durante este momento el poder del Estado se consolidó por medio de la figura del faraón, que era la máxima autoridad política y religiosa. Para que las riquezas de las ciudades fueran bien administradas, surgió una compleja red de funcionarios, que vigilaban la construcción de las obras públicas y recaudaban los impuestos. Con la unificación de los territorios se estableció la capital en Menfis y se dio inicio a un período de expansión territorial. Pero, con el tiempo, las élites gobernantes se enriquecieron y cometieron abusos, de modo que debilitaron la autoridad del faraón, lo que llevó a un período de crisis.

Imperio medio (2000-1800 a. C.)

Después de dos siglos de crisis política, el poder de los faraones fue restituido hacia el año 2040 a. C. y se estableció como nueva capital del Imperio a la ciudad de Tebas. Durante esta época se restableció la explotación minera, el comercio exterior y la expansión territorial. Las artes y la literatura alcanzaron un gran desarrollo y el culto al dios tebano Amón se volvió predominante. Este período culminó hacia el año 1800 a. C. con la invasión de los hicsos, pueblo nómada de Asia que conquistó el Bajo Egipto.

Los hicsos (1800-1600 a. C.)

Los hicsos incendiaron templos, destruyeron ciudades y trataron con crueldad al pueblo egipcio. Los hicsos no impusieron su cultura sino asimilaron la del pueblo conquistado. Los egipcios, por su parte, adoptaron de los hicsos el uso del caballo y los carros de guerra. El pueblo invasor no pudo controlar todo el territorio y solo gobernó en el Bajo Egipto, mientras que en el Alto Egipto, los faraones y la Monarquía tebana resistían. Hacia el año 1600 a. C. los miembros de la familia real lograron expulsar a los hicsos de los territorios egipcios.

Imperio nuevo (1600-1100 a. C.)

Con la unificación de Egipto llegó el período de mayor florecimiento de esta civilización. En primer lugar, se dio un proceso de expansión territorial por Asia. El objetivo de los proyectos de conquista militar sobre Siria, Palestina y Fenicia, era el de apropiarse de las rutas comerciales que atravesaban estos territorios. Los avances y las técnicas militares adoptadas de los hicsos hicieron que el Imperio sobresaliera militarmente. Solamente los pueblos hititas lograron frenar su expansión. Un hecho importante fue la reforma religiosa impuesta por el faraón Akhenatón, el cual implantó el monoteísmo o la adoración a un solo dios: Atón, el dios sol, y en su honor trasladó la capital de Tebas a Tell-el-Amarna. Sin embargo, tras la muerte de Akhenatón se restableció el viejo culto politeísta, es decir, a varios dioses.

Tutankamón

Es uno de los faraones más conocidos, pero la realidad es que el reinado de Tutankamón fue corto y difícil. Entronizado con apenas nueve años, el clero de Amón quiso convertirlo en el símbolo de la restauración de los antiguos dioses después del monoteísmo del “hereje” Akenatón. Reinó durante una década, muriendo alrededor de los 20 años en circunstancias que siguen siendo objeto de debate, y fue enterrado en un discreto hipogeo en el Valle de los Reyes. Allí quedaría en el olvido durante más de 3.000 años hasta que el arqueólogo Howard Carter abrió la pared de su tumba casi intacta y, a la pregunta de si veía algo allí, respondiera “sí… cosas maravillosas”.

La decadencia (1110-332 a. C.)

Desde el siglo XI a. C., el territorio egipcio sufrió un gran número de invasiones por parte de pueblos extranjeros como los libios y los nubios. Luego, en el siglo VII a. C., el rey asirio Asaradón invadió Menfis y sus príncipes locales fueron sometidos. Esta conquista duró poco tiempo, puesto que su heredero, el rey Assurbanipal, perdió estos territorios a manos de los egipcios del Bajo Egipto, quienes reunificaron de nuevo el territorio. Después de las invasiones asirias, continuaron las persas. En el año 525 a. C., el rey persa Cambises derrotó al faraón Psametico III y convirtió a Egipto en una provincia del Imperio persa. Entre los años 332 y 330 a. C., los macedonios, guiados por Alejandro Magno, derrotaron a los persas y Egipto cayó bajo su gobierno. Alejandro fue reconocido como faraón y fundó la importante ciudad de Alejandría, en el delta del Nilo. Tras la muerte de Alejandro, sus generales se repartieron el Imperio macedonio, y fue a Tolomeo a quien le correspondió ponerse al frente del gobierno de Egipto.

 

La organización política de Egipto

Egipto estaba gobernado por una monarquía, la cual se consideraba de origen divino, por lo cual recibe el nombre de monarquía teocrática La civilización egipcia tenía una organización política sustentada en varios funcionarios que apoyaban al faraón: visires, sacerdotes, jefes militares, escribas y nomarcas.

Ø  El faraón: era el principal representante del poder, pues tenía funciones administrativas, militares, políticas y religiosas. El gobierno del faraón se regía por medio de la Maat, que era un conjunto de ideas religiosas, con las cuales se buscaba mantener el equilibrio, la armonía y la justicia.

Ø  Los visires: eran como primeros ministros que se encargaban de gobernar algunas regiones en nombre del faraón. Ellos recaudaban y determinaban los impuestos que debían pagar los Estados vasallos.

Ø  Los sacerdotes: preservaban los ritos de adoración hacia los dioses y eran considerados intermediarios entre las deidades y las personas. Los sacerdotes eran nombrados por el faraón y él les adjudicaba templos, tierras y rentas.

Ø  Los jefes militares: dirigían el ejército, que estaba formado por levas de soldados reclutados obligatoriamente en una población en tiempos de guerra o conquista. Dentro del ejército había posibilidad de ascenso social puesto que, dependiendo a las acciones en el campo de batalla y de las relaciones con altas figuras, se podía llegar a ascender a puestos con cierta importancia.

Ø  Los escribas: eran funcionarios con conocimiento de la escritura, la lectura y la contabilidad. Ellos se encargaban de registrar el pago de impuestos, las donaciones, las herencias y clasificaban los bienes del Estado. También realizaban censos de trabajadores y productos. Gozaban de especial consideración social por dominar el arte de leer y escribir

Ø  Los nomarcas: eran funcionarios locales que administraban las provincias o nomos. Estos funcionarios eran responsables de la irrigación, la producción agrícola, la recaudación de impuestos y de fijar los límites en las propiedades después de las inundaciones. El nomarca también era designado por el faraón y su puesto llegó a ser hereditario.

La economía en Egipto

La grandeza del Egipto antiguo se debió a la fertilidad de sus valles y a la riqueza de sus minas de oro, cobre y piedras preciosas. Las actividades económicas que se realizaban en el imperio egipcio fueron tres:

La agricultura: esta actividad fue favorecida por las inundaciones anuales del río Nilo, que fertilizaban la tierra y la hacían favorable para el cultivo de cereales, vid, olivo y lino. Para evitar que las inundaciones destruyeran las poblaciones o los cultivos cercanos al río, los habitantes construyeron canales y diques.

La ganadería: se criaban asnos, cabras, cerdos, vacas y aves. La caza y la pesca fueron importantes dentro de la dieta de los egipcios.

El comercio: el Estado controlaba el comercio entre las ciudades al igual que el que tenía lugar hacia otras regiones fuera del Imperio. Las mercancías eran manufacturas realizadas de forma artesanal o algunos alimentos, aunque también se comercializaban metales y piedras preciosas. Los egipcios obtenían por medio del trueque productos como maderas de cedro y ébano, pieles, incienso y oro.

 

La organización social en Egipto

La sociedad egipcia se dividía en las siguientes castas o grupos sociales:

El legado cultural de Egipto

El legado de la cultura egipcia se expresa en diferentes aspectos: en lo religioso, nos brindó una importante percepción sobre la naturaleza y el origen del mundo; en la arquitectura, nos heredó la forma piramidal y las construcciones subterráneas; en la medicina, fueron pioneros en el conocimiento del cuerpo humano.

Ø  La religión

La religión de los egipcios era politeísta, es decir, adoraban a muchos dioses. Estos estaban agrupados en Enéadas o conjunto de nueve dioses relacionados entre sí, de los cuales hacían parte: Atón, Ra o Amón (el Sol, dios creador), Anubis (deidad de la muerte), Osiris (dios de la resurrección), Horus (dios creador del universo), Isis (diosa de la fertilidad) Neftis (dios símbolo de la oscuridad) Seth (dios de la fuerza) y Thot (dios de la sabiduría). La cultura funeraria fue primordial en la religión egipcia, pues para alcanzar la inmortalidad del alma, ellos consideraban que se necesitaba que el cuerpo estuviera intacto. Por eso, los faraones se esmeraron en preservar su cuerpo. Con ese objetivo, construyeron recintos funerarios lujosos e imponentes, como las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos. Para conservar sus cuerpos, desarrollaron técnicas de embalsamamiento para desecarlos con el fin de que no se deterioraran.

Ø  La arquitectura

Los materiales con que se construyeron los templos, las pirámides y las viviendas eran el adobe y la piedra. Las pirámides fueron construidas durante la época Antigua, y en un principio eran escalonadas, pero luego adoptaron la forma de pirámides lisas. Dentro de estas pirámides se guardaba el cuerpo del faraón, así como todos los objetos y lujos que necesitaba en la otra vida. Por otra parte, los templos se construían como moradas de dioses, pero además, en ocasiones sirvieron como centros funerarios. El primero en destacarse fue el de Imhotep, el cual se erigió a la par con la pirámide escalonada de Zoser. Sin embargo, los templos más importantes son los de Karnak y Luxor. También se construyeron hipogeos, o tumbas subterráneas, las cuales se ubicaban en el interior de las montañas

Ø  La matemática

Los antiguos egipcios valoraban la ciencia y el aprendizaje. Su dedicación a estas disciplinas les permitió realizar importantes aportes al desarrollo tecnológico de la humanidad. En matemáticas, podían calcular las dimensiones de los edificios y medir los campos. La necesidad de repartir con equidad las cosechas los llevó a adquirir un gran manejo de operaciones como la división, la resta y los fraccionarios. Los egipcios también tuvieron conocimiento del número cero y podían resolver ecuaciones de primer y segundo grado.

Ø  La astronomía

Los egipcios fueron grandes observadores de los astros, y a partir de ello, lograron construir un sistema de medición del tiempo. Al estudiar las estrellas, los egipcios calcularon una noche y un día de 12 horas, un año de 12 meses con un total de 365 días por año. Los astros también influyeron en la construcción de edificios y monumentos. Prueba de ello son las pirámides, que se construyeron alineadas con los puntos cardinales de manera muy precisa.

Ø  La escritura

En el campo de la escritura, los egipcios desarrollaron un sistema de signos de carácter icónico, es decir, que reflejaban la naturaleza o los objetos que querían representar. Este tipo de escritura, llamada jeroglífica, fue independiente de la que nació en Mesopotamia, es decir, la cuneiforme. Esta clase de escritura fue usada en monumentos y en templos. Para hacerla más práctica y fácil se desarrolló la escritura hierática, la cual se encuentra en papiros y cerámica. Posteriormente se desarrolló la escritura demótica, usada por los escribas en sus tareas administrativas.

Ø  La medicina

La medicina también tuvo grandes avances gracias a las prácticas funerarias como la momificación, pues así los egipcios llegaron a tener un importante conocimiento del cuerpo humano. Redactaron papiros médicos donde describían sus diagnósticos y los tratamientos que realizaban para curar las enfermedades. Gracias a su experiencia y su conocimiento de las plantas lograron desarrollar medicamentos para combatir las enfermedades.

 

Los hebreos y los fenicios

Cuestionario

1.      Explica  la génesis del pueblo hebreo y sus principales protagonistas

2.      ¿Cómo explicarías que el pueblo hebreo tenga una marcada influencia en la cultura occidental?

3.      ¿Cuáles son los rasgos más importantes de los fenicios?

La costa oriental del mar Mediterráneo fue ocupada por pequeños pueblos que no tenían las facilidades para el cultivo, ni grandes riquezas como las que disfrutaban sus vecinos egipcios y mesopotámicos. Estos pueblos eran el hebreo y el fenicio.

Los hebreos

Hacia los años 1300-1200 a. C., tribus nómadas se instalaron en el territorio de Canaán (hoy Palestina) y se organizaron en pequeñas comunidades, dando origen al pueblo hebreo. La tierra de Canaán fue un corredor importante de las rutas comerciales, por lo que este pueblo siempre se encontró en medio de las disputas políticas y territoriales de los Imperios mesopotámicos y egipcios. El pueblo hebreo estaba organizado en tribus, cuyo número total era doce. Estas tribus se repartieron el territorio, en igual número de partes. Las tribus vivían constantemente en conflicto por la ambición de extender su territorio y tomar sus recursos para sobrevivir. Para solucionar sus conflictos internos y organizar su defensa este pueblo decidió, hacia el año 1044 a. C., elegir un rey para que los gobernara. El primero de ellos fue Saúl, cuyo reinado fue breve a causa de las derrotas militares contra pueblos enemigos. Los reinados más importantes fueron los de David y su hijo Salomón. En el reinado de David la ciudad de Jerusalén fue conquistada y trasformada en la capital del reino, se construyeron numerosos templos a Yahvé y se consolidó el poder del rey. El reinado de Salomón continuó la obra constructora de David e impulsó el comercio, con el cual obtuvo grandes ganancias debido al paso obligado de las caravanas comerciales por su territorio. La decadencia del pueblo hebreo llegó hacía el año 926 a. C. cuando las rivalidades internas llevaron a la fractura del reino en dos partes: Judá al norte e Israel hacia el sur. Esta división los hace vulnerables a los ataques de pueblos vecinos, por lo que son rápidamente conquistados por asirios, babilonios, macedonios y romanos.

Los fenicios

Eran un pueblo de origen semita que habitaba los territorios costeros del Líbano y el norte  de Palestina. La primera ciudad fenicia de la que tenemos conocimiento fue Biblos, la cual tuvo gran importancia por ser un centro de comercio. La ciudad estaba compuesta políticamente por una monarquía, un consejo de ancianos y numerosos funcionarios como escribas, comisarios y correos. El apogeo de las ciudades fenicias se dio hacia el 1200 a. C., y entre ellas sobresalieron Sidón y Tiro, por las cuales salía la mayoría de los productos de la región de Damasco. Entre los gobernantes más importantes de este período sobresale Hiram I, quien expandió el comercio por el Mediterráneo. Este apogeo terminó en el siglo X a. C., cuando los fenicios fueron conquistados por los asirios. A partir de ese momento, estaría constantemente bajo el dominio de los diferentes imperios que deseaban controlar sus puertos. El rasgo más importante del pueblo fenicio fue su impulso comercial, que lo llevó a ser un pueblo de grandes navegantes. Los fenicios lograron circunnavegar todo el Mediterráneo e inclusive fueron  los primeros en cruzar el estrecho de Gibraltar y llegar a las islas británicas. Esto lo realizaron gracias a embarcaciones llamadas birreme, que consistían en una nave con doble fila de remos y una vela. A esto se sumaban sus conocimientos astronómicos, que les facilitaron viajar por las noches con la guía de las estrellas. En el desarrollo de estos viajes, los fenicios fundaron colonias en diferentes regiones del Mediterráneo. La más famosa fue la de Cartago, al norte de África. Pero sin duda el aporte fenicio más importante fue el alfabeto que,  a diferencia de la escritura cuneiforme que representaba sílabas completas, constituía un sistema de símbolos útiles para  representar sonidos de la voz humana. Este alfabeto fue exportado y apropiado por parte de otras culturas como la griega, que se basó en él para crear uno propio.